El Partenón es un edificio situado en la Acrópolis de Atenas, un conjunto de edificios religiosos dedicados a la diosa Atenea de entre los que destacan el Erecteion, el templo de Atenea Nike o los Propileos. El conjunto fue construido inicialmente en la etapa arcaica pero destruido por los persas durante las guerras médicas, de modo que tuvo que ser reconstruido a mediados del siglo V a.C., por tanto en la etapa clásica. Los trabajos fueron dirigidos por Fidias, quien también se encargó de decorarlo con relieves.
Se trata de un templo períptero, octástilo y de orden dórico, con columnas sin basa, con éntasis y capitel liso. El friso está decorado con triglifos y metopas obra de Fidias que representan cuatro batallas mitológicas, una en cada lateral (lapitas y centauros, gigantomaquia,...). Los frontones anterior y posterior contaban también con dos relieves del mismo autor. La temática estaba relacionada con la diosa Atenea (nacimiento y lucha por el dominio sobre Atenas). En el interior, Fidias decoró un friso que mostraba la procesión de las panateneas. En todas estas obas se aprecia claramente la técnica de los paños mojadas, invención del autor.
El Partenón es un templo griego característico, de planta rectangular, con las salas características de esta tipología de edificios: naos (capilla para albergar la imagen de la diosa), pronaos (pórtico) y opistodomos (capilla para guardar las ofrendas). Construido en mármol, material por excelencia del arte griego, y con cubierta adintelada y a dos aguas.
Esta tipología, propia de la etapa arcaica y clásica evolucionará en el helenismo hacia edificios más majestuosos y teatrales, como el Altar de Zeus en Pérgamo, por influencia del arte egipcio y persa. Igualmente irá perdiendo importancia el orden dórico, considerado demasiado recio y sobrio.